miércoles, 4 de abril de 2018

Novedades, libros y más libros (II)


Seguimos con las novedades que nos interesan estos días:

La editorial Atalanta publica siempre libros excelentes; uno de los que más nos gustan de entre su selecto catálogo —y que creemos que es una auténtica joya literaria que no ha tenido la atención que se merece— es Escolios a un texto implícito, del singular pensador colombiano
Nicolás Gómez Dávila (1913-1994). Apareció en 2005, son 1.400 páginas de aforismos lúcidos como centellas, certeros, cáusticos, irónicos… Y escritos en una prosa que Álvaro Mutis, calificó de las mejores en castellano: «No conozco antecedentes en castellano de una más transparente y hermosa eficacia de estilo», aseguró. Basta con abrir el libro al azar para leer piezas de pensamiento tan soberbias como las siguientes:

Nicolás Gómez Dávila

«El tiempo es menos temible porque mata que porque desenmascara»; «La única derrota sin remedio es la imbecilidad, aún victoriosa»; «No hay tontería en que el hombre moderno no sea capaz de creer, siempre que eluda creer en Cristo»; «El extremismo político sirve para disculpar la mediocridad intelectual»; «Debemos resignarnos a que nada dure, pero negarnos a acelerar su fin»; «La tecnificación del mundo embota la sensibilidad y no afina los sentidos»; «No sentir la putrefacción del mundo moderno es indicio de contagio»; «Para adoctrinar nunca se apunta demasiado bajo»; «El público no sabe defenderse de ideas estúpidas sino adoptando ideas estúpidas de sentido contrario»


Así podríamos seguir reuniendo más aforismos hasta ocupar otras 1.000 páginas, todos  interesantes. En cada una de dichas páginas hay al menos ocho o nueve pensamientos—«escolios», los denominó su autor— que dan que pensar, la mayoría aciertan en el blanco; difícil no dejarse llevar por el rapto de lucidez de su autor. Nada hay equiparable en castellano, ni tampoco en el extranjero. Elias Canetti, por ejemplo, pasa por ser un gran cultivador de aforismos, pero los del autor de La provincia del hombre son tal vez —en conjunto— de menor calado intelectual, pues  a Canetti le faltó el profundo saber meditado de Gómez Dávila, el conocimiento filosófico, la pasión por la trascendencia, el gusto por la historia… Aunque ambos, tanto Canetti como Dávila, participan de una visión pesimista de la naturaleza humana y de esa misantropía propia de las mentes sensibles y superiores.




Escolios a un texto implícito
Escolios a un texto implícito, publicado por Atalanta en 2009, con un prólogo de Franco Volpireúne los escolios completos de Gómez Dávila, publicados originalmente en varias épocas (Escolios a un texto implícito Iy II, así como Nuevos escolios a un texto implícito I y II, además de Sucesivos escolios a un texto implícito). Aunque este volumen de Atalanta es una delicia monumental, y merece la pena adentrarse en él sin prejuicios, los editores han tenido la excelente idea de afinar un poco más en la difusión del pensamiento de este autor y ahora publican una selección de los escolios. Ésta corre a cargo del especialistas en la vida y la obra de Gómez Dávila: José Miguel Serrano, (Autor también de una biografía del colombiano: Democracia y nihilismo. Vida y obra de Nicolás Gómez Dávila (Eunsa, 2015), y del filósofo Gonzalo Muñoz. El título de esta selección es Breviario de escolios. En lugar de las 1.400 páginas de Escolios a un texto explícito, son 280 las que ocupa la selección, compuesta principalmente para «abrir boca». Lo mismo que decíamos de los escolios completos vale para la selección: ni una página desperdiciada, ni un aforismo superfluo.


Breviario de escolios
Dávila fue devoto de Montaigne, Pascal, Gracián, Quevedo, Nietzsche, Schopenhauer, pero también de Tucídides, Dostoievski o Shestov… Éstos eran los autores que releía, junto con otros muchos de los grandes de la literatura universal, en francés, alemán, inglés… y hasta aprendió danés para leer a Kierkegaard, pues desconfiaba de las traducciones. Pero también están los otros, los autores con los que fue crítico o a los que aborrecía; en las propias palabras de Gómez Dávila: «Helvetius, Holbach, Sade, Benthan, Marx, Freud, Sartre —la pléyade de arcángeles sombríos, el canon clásico de mis imposibilidades absolutas».
—Espigamos al azar nuevamente las páginas de este portentoso Breviario de escolios y leemos: «Las guerras intelectuales no las ganan ejércitos regulares, sino francotiradores»; «Tal vez no haya necedad parecida a la de pasar la vida leyendo a escritores mediocres porque son nuestros contemporáneos»; «Totalitarismo es la fusión siniestra de religión y Estado»; «La sociedad del futuro: una esclavitud sin amos». «Verdadero aristócrata es el que tiene vida interior. Cualquiera que sea su origen, su rango, o su fortuna». Con sentencias como éstas, ¿quien que tenga cerebro y ganas de pensar (y de comprender) se resistirá a leer este libro?

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También Atalanta acaba de publicar el tercer volumen de la monumental obra de Joseph Campbell Las máscaras de Dios. De momento han aparecido dos tomos precedentes: Mitología primitiva, el primero de ellos, y Mitología oriental, el segundo. El que aparece ahora está dedicado a la mitología occidental. La edición está muy cuidada, la traducción, cuidadosamente revisada (es la original de Isabel Cardona, publicada previamente por Alianza Editorial); así que un lujo de libro, como los demás de Campbell; intenso, informativo y completo, pues comprende la historia de los mitos de Occidente desde los más primitivos, antes de Grecia y Roma, hasta los más elaborados del cristianismo y el islam.

La penúltima bondad
La editorial Acantilado publicó recientemente un nuevo libro del filósofo Josep Maria Esquirol, este autor, con su manera asequible de escribir, conquista lectores que van perdiendo el temor a acercarse a un pensamiento filosófico sin complicados lastres conceptuales. Esquirol es sencillo y leve en su estilo, sin que por ello se aleje de la profundidad. El nuevo libro, La penúltima bondad, es un ensayo sobre «la vida humana», una exploración en lo más genuino de los seres humanos, los infinitivos esenciales: amar, pensar, sentir, gozar, sufrir… Partiendo de una criatura con carencias, de un mundo amargo, Esquirol nos refresca la parte positiva de todo ello, lo que podemos ser a pesar de lo que nos falta. El mal existe, pero también existe la bondad que lo contrarresta, y ésta llena y colma hasta velar la maldad. El de Esquirol es un pensamiento positivo y optimista, nacido de la ingenuidad necesaria con la que hay que enfrentarse al mundo y a los seres humanos cuando quiere conocérselos de primera mano y por experiencia propia.

El jardinero apasionado
Sobre el goce de la belleza de la vida vegetal, la editorial Gallo Nero publica una rareza inesperada: el libro del singular autor alemán Rudolf Borchardt (1877-1945)El jardinero apasionadoen excelente traducción de Paula Aguiriano. Cercano al círculo de Stefan George y Hugo von Hoffmansthal, Borchardt, de origen judío, fue un escritor raro, que no se prodigó mucho y tampoco gozó de  fama clamorosa en vida. Sin embargo, escribió bastante cultivando diversos géneros, teatro, poesía, ensayo, y traducciones del italiano (Dante) y del griego clásico y el latín (Platón, Píndaro, Horacio).

El jardinero apasionado es un libro extraño y exquisito, para leer relajadamente y con la vista puesta de cuando en cuando en el jardín o en las montañas lejanas, y en primavera; puesto que todo el texto está arrebolado de destellos de luz y fragancias florales. Es un libro para amantes de la botánica y de la exploración, para enamorados de la historia, y para apasionados del pensamiento y la estética; pero también le vendrá bien a lectores que amen la vida tranquila y que sientan el deseo de soñar con vastos jardines eternamente engalanados por los colores más hermosos de la naturaleza. Botschaft es capaz de transmitir al lector su apasionamiento por el mundo de las plantas y su historia, por los más bellos jardines de Europa y también por aquellos otros jardines míticos y mitológicos del pasado. Si atendemos a la sabia sentencia de Voltaire al final de su Cándido: «¡hemos de cuidar nuestro jardín!», nada mejor que este libro como guía y compañero.

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