viernes, 25 de octubre de 2019

Libros para este otoño (I)

Este otoño de 2019 se conmemoran 500 años de la gesta del marino portugués Fernando de Magallanes, el intento de realizar su sueño: llegar a las Islas de las Especias a través de los océanos Atlántico y Pacífico. La empresa la terminó Juan Sebastián Elcano, marino español que acompañaba a Magallanes y que, a la muerte de éste, lo sustituyó como comandante del único barco que quedó de los cinco que en un principio acometieron la aventura. 

El gran escritor austríaco Stefan Zweig narró las peripecias y vicisitudes de la expedición de Magallanes en su libro homónimo: Magellan. Der Mann und seine Tat  [Magallanes. El hombre y su gesta], publicado en 1938. 

Magallanes, Stefan Zweig
El libro en sí, desde el punto de vista narrativo, es extraordinario, como todos los ensayos y biografías que escribió Zweig. Ameno, pleno de épica y aventura. Sin apenas darse cuenta, el lector se ve trasladado al mundo de marinos, tempestades y tierras desconocidas que poblaba la imaginación de los hombres que vivieron entre los siglos XV y XVI. Fueron épocas en que la tierra comenzaba a ensancharse gracias a navegantes intrépidos y a osados descubridores. 

Zweig empatiza con el protagonista portugués —quien siempre gustó llamarse Fernão de Magalhãesy es una delicia seguirle en  la descripción de los estados de ánimo y la psicología del intrépido y templado marino, el cual también había sido hombre de guerra, soldado. Caído en desgracia ante el rey de Portugal por la cerrazón y soberbia de éste, Magallanes no tuvo más remedio que exponer la idea de su sueño al rey Carlos I de España (V de Alemania). El monarca aceptó, y así, el proyecto y la gesta acabaron perteneciendo a España. 

El libro cuenta las peripecias del viaje, muchas y muy sonadas: desde los intentos de sabotaje del viaje antes de partir, por parte de infiltrados portugueses, hasta la traición de los capitanes españoles una vez ya emprendido el viaje; sin olvidar tampoco los buenos momentos que los marineros pasaron en  algunas islas en las que fueron acogidos por los nativos (y las nativas) como seres superiores y agasajados como tales.

Zweig trata la figura de Magallanes como la de un hombre de genio, cual creador imbuido de una idea que necesita llevarla a cabo incluso si es preciso con el sacrificio su vida. Magallanes fue para Zweig uno de esos seres privilegiados que mueven la Historia, gracias a los que avanzan los demás hombres por sendas nuevas. 

Quien queda malparado en el libro es Juan Sebastián Elcano. En general, todos los españoles quedan malparados, como tipos llenos de orgullo y soberbia que se creen mejores que el portugués, al que suponían de menor alcurnia, y quien obedecían con envidia y rabia contenidas. Elcano es para Zweig un segundón, un aprovechado que gracias a la desgracia de Magallanes (murió en combarte contra una tribu indígena en la isla de Mactán, en Filipinas) completó la gesta soñada por el portugués. Y fue Elcano quien se granjeó todos los honores a su regreso a España. Zweig Nara las peripecias de manera impecable, con grandilocuencia épica a menudo, elegíaca, también, pero es algo que no molestará a los lectores interesados en conocer aquella aventura, así como a cuantos admiran el genio narrativo del autor de tantas biografías y novelas. 

La edición que comentamos, publicada en la actualidad por la editorial madrileña Capitán Swing, recupera la traducción que en los años cincuenta del pasado siglo publicó la Editorial Juventud. A pesar de que en los tomos originales de Juventud la firma «José Lleonart», y en esta nueva edición la firma «José Fernández», suponemos que es el mismo texto, pues ambos son idénticos si omitimos alguna pequeña enmienda. Es una buena traducción que se lee bien, algo grandilocuente el estilo, pero casa bien con la épica que quería transmitir Zweig.



Obras «completas» de Zweig, Editorial Juventud


Nuevos libros de Filosofía en Hermida Editores


La tenaz editorial madrileña Hermida Editores publica estos días varios libros de filosofía, inéditos en castellano. Son de autores que están en la línea de los que este sello está publicando desde hace un par de años: Ciorán, Shestov, y ahora Gadamer y Benjamin Fondane. (De este último autor véase aquí la reseña que publicó este blog). 

Un epistolario breve entre Cioran y la filóloga y profesora de filosofía, la alemana Friedgard Thoma, nos presenta a un Cioran ya mayor un tanto seducido por la vivaracha mujer, bastante más joven. El idilio fue corto, partiendo de un primer impulso amoroso la relación se transformó en amistoso intercambio de ideas. Las cartas están comentadas por la propia Friedgard Thoma y muy bien traducidas por el gran traductor José Rafael Hernández Arias. El título del libro es Por nada del mundo. Un amor de Cioran. El mismo traductor firma la traducción de dos textos de Hans-Georg Gadamer: «Sobre la prehistoria de la metafísica» (que da título al libro) y «Ser, espíritu, Dios». Gadamer, el más avezado discípulo de Heidegger, siguió su propio camino pero sin olvidarse nunca de las reflexiones de su gran maestro sobre la historias de la metafísica. Decía que después de Heidegger era imposible ver la filosofía con los ojos de antes, había que verla con una nueva mirada, más abierta y liberadora, tal y como proponen estos dos interesantísimos trabajos. 

Entre los inspiradores del existencialismo —y también de Heidegger— se encontraba el filósofo ruso Lev Shestov. La editorial Hermida está publicando su obra, poco divulgada en España (más en  Latinoamérica) —aunque ya contábamos con algunas traducciones al castellano de hace décadas—. Aparte de otros dos libros de Shestov ya publicados recientemente en traducciones nuevas (Atenas y Jerusalén y Apoteósis de lo infundado), acaba de aparecer el tercero: Potestas clavium, el poder de las llaves. Muy en la línea de los anteriores, Shestov desconfía de la ciencia y de la filosofía racionalista para ampararse en pensadores de la talla de Pascal y Kierkegaard o incluso en Lutero, Dostoiewski y Shakespeare.