martes, 6 de mayo de 2014

Heidegger: Luz en las tinieblas.


Heidegger en los alrededores de Friburgo, c. 1965.

El filósofo alemán Martin Heidegger, el llamado "filósofo del ser", viene siendo notica desde hace años en el mundo filosófico, y no precisamente porque surjan nuevas interpretaciones de su pensamiento. Su vida sentimental saltó de nuevo a la luz a raíz de las cartas íntimas de Heidegger a su esposa Elfriede que publicó su nieta Gertrud Heidegger (en castellano desde 2008); y ahora, con la publicación el pasado mes de marzo de los denominados "Cuadernos negros" —libretas de apuntes filosóficos y de evidente tono político—, vuelve a ponerse de actualidad la implicación nazi del filósofo.

Mientras legiones de admiradores de Heidegger estudian su filosofía, escriben libros comentando y desvelando sus ideas, un número acaso mayor de detractores rechaza admitirlo en el círculo de los grandes pensadores acusándolo de haber comulgado con los nazis. Como ya casi todo el mundo sabe, el autor de Ser y tiempo no se rebeló contra los partidarios de Hitler, jamás participó en resistencia alguna contra el régimen asesino; alborozado, aceptó el cargo de rector de la Universidad de Friburgo en 1933 y, alborozado y pletórico también, pronunció discursos laudatorios sobre los nuevos años de Alemania en los que animaba a los estudiantes a formarse según las virtudes proclamadas por la nueva ideología política.

En cuanto tuvo poder, Heidegger se comportó como un "Führer" universitario, de manera dictatorial y manifestadora; los demás profesores y los alumnos llegaron a temer tamaña abnegación y empeño heideggeriano por imponerse como "guía espiritual" de la ciencia alemana. El nuevo rector duró poco en el cargo. En 1934 lo dejó, desilusionado porque sus ansias de renovación no calaron lo hondo que él esperaba. A partir de entonces, el filósofo se mantuvo en un segundo plano; pasaba el tiempo encerrado en su cabaña y enfrascado en sus escritos sin dejar de pensar en "los fundamentos" o "el inicio".

Acaso sea mucho todavía lo que queda por desvelar de Heidegger. La monumental edición de sus obras completas no ha terminado aún; hay cientos de cartas privadas (guardadas bajo siete llaves) que todavía no han visto la luz; sin embargo, poco a poco aparecen testimonios que sirven para concretar cada vez con mayor refinamiento su carácter, su pensamiento y su vida.

¿Hasta qué punto se implicó en cuerpo y alma con el credo nacionalsocialista? ¿Influyó la ideología nazi en sus ideas? ¿Y a la inversa?

Ahora la editorial Klostermann ha comenzado con la publicación de los denominados "cuadernos negros"; datan justo de la época en que los nazis acceden al poder en Alemania; Heidegger anotó algunas impresiones al respecto, de manera que el estudio de estos cuadernos negros tendrá que ayudarnos a desvelar estas incógnitas heideggerianas. El autor de este blog publicó una primera aproximación periodística a los "cuadernos negros", el artículo titulado "Heidegger privado", en el diario "El País" (Madrid) en la sección de "Cultura" y en "Babelia" el día 12 de abril de 2014 ("cultura" del diario El País). Dejo aquí el texto original de la mencionada reseña:


Luz en las tinieblas  


Tres nuevos tomos pertenecientes a la monumental edición de las obras completas de Martin Heidegger (1889-1976), aparecidos el pasado mes de marzo en Alemania, han puesto de actualidad la personalidad y la obra del polémico autor de Ser y tiempo, “protagonista supremo de la filosofía del siglo XX” para muchos, “filósofo nazi” a secas y embaucador para otros. Dichos volúmenes constituyen las primeras entregas de los denominados “Cuadernos negros”, las libretas de tapas de hule negro que Heidegger utilizaba para tomar anotaciones relacionadas con su pensar. Comenzó a usar este tipo de cuadernos en 1931 y continuó sirviéndose de ellos hasta poco antes de su muerte. Por voluntad suya, los cuadernos negros sólo debían publicarse como colofón de sus obras completas. Custodiados en el Archivo de Marbach, nadie podría leerlos hasta entonces. El hijo no biológico de Heidegger, Hermann, dueño del legado de su padre, mantuvo un celoso silencio sobre el misterio de su contenido; pero también insinuó que, entre pensamientos muy valiosos para interpretar la obra de Heidegger, los cuadernos contenían “respuestas” que aclararían su implicación y ruptura con el nacionalsocialismo. Aparte de esto, ¿revelarían algo más hasta ahora escondido? Y una pregunta candente: ¿Era Heidegger antisemita? De ahí que los estudiosos del filósofo y no sólo ellos esperasen con expectación la aparición de estos volúmenes. Ahora que ven la luz cabe preguntarse si colmarán las expectativas.