domingo, 28 de diciembre de 2014

Mis 10 mejores libros de 2014 para "Babelia"

Finaliza 2014 y, como en años anteriores, de nuevo se impone la fiesta de las listas de "los mejores libros del año". Listas quiméricas ciertamente, por lo subjetivas y siempre parciales. En mi caso, con diez títulos no basta para contar mis mejores libros, puesto que este año únicamente he leído libros que merecían la pena, con lo cual, todos podrían ser alzados como "mejores"; huelga decir que con los libros que me desagradan o considero de bajo interés no mantengo ningún trato.

Tetralogía de la ejemplaridad
He aquí la lista de los diez mejores libros del año que envié a "Babelia":

1.Tetralogíade la ejemplaridad. Javier Gomá Lanzón. Taurus.
2. Gente, años, vida. Iliá Ehrenburg. Acantilado.
3. José Ortega y Gasset. Jordi Gracia. Taurus.
4. Terror y Utopía. Moscú 1937. Karl Schlögel. Acantilado.
5. Sonámbulos. Cristopher Clark. Galaxia Gutenberg.
6. El deber. Ludwig Winder. Periférica.
7. Filosofía para desencantados. Leonardo Da Jandra. Atalanta.

10. Las mil y una noches. Anónimo. Atalanta.

Ortega y Gasset

Illiá Ehrenburg
Las obras de Javier Gomá son acaso lo mejor que se está publicando en castellano en ambientes ensayísticos y filosóficos; ningún otro autor lo iguala ahora de momento, tanto en fama como en la importancia y vigencia de sus ideas; su obra está llamada a perdurar.
Las memorias de Illiá Ehrenburg constituyen un monumento autobiográfico del siglo XX.
La biografía de Ortega hacía falta en España. Jordi Gracia exige del lector una gran entrega, pues esta obra no se caracteriza por episodios narrativos de hechos sino de ideas. Son las ideas de Ortega (políticas, filosóficas, estéticas, vitales) las que vemos y sentimos narradas con una intensidad que a menudo parece excesiva. Así que el lector ha de tomarse los respiros que no le concede el biógrafo, intensísimo en su estilo. Esto es una ventaja, y sin duda es la mejor de cuantas biografías de Ortega o intentos de biografía tenemos hasta el momento. Difícil de superar en la empatía y la comprensión del contrastado paisaje mental del gran filósofo.

Karl Schlögel

La inmensa bibliografía de la I Guerra Mundial tiene en Sonámbulos, del historiador Christopher Clark un excelente estudio mediante el que comprender las causas de la catástrofe que asoló Europa entre 1914 y 1918.
Christopher Clark

Con claridad expositiva admirable, el ensayo de Clrak mantiene en vilo al lector con las intrigas y los acontecimientos políticos de la época; gobernantes exaltados, personajes necios, marionetas de Estado, casualidades, malentendidos y cien nimiedades coincidentes desencadenaron la catástrofe.

De gran envergadura histórica a la par que ensayística y periodística es el inmenso Terror y utopía, del historiador alemán Karl Schlögel. Fascinado desde joven por la época más negra del estalinismo, el autor, interesado también en la historia de la Europa del Este, publicó este libro en 2008 con un éxito extraordinario. A España llega ahora bajo el sello que tanto me gusta: Acantilado. Y en traducción castellana de mi traductor de alemán favorito: José Aníbal Campos (a ver si pronto lo vemos galardonado con el Premio Nacional de Traducción). Schlögel explora los intrincados reductos del año ruso de 1937, cuando Stalin y sus acólitos iniciaron una deriva de terror desconocida en pro del mantenimiento de la seguridad del Estado soviético. Es una lectura apasionante que bien podría servir para liberar a las mentes incautas de caer atrapadas en redes de utopías políticas. Pero no sólo de terror, del "Gran Terror,  habla el libro; es a la vez una guía cultural e ideologica del Moscú y la Rusia de la época, esa que fascinó a tantos intelectuales provenientes de la Europa no soviética. En aquella ciudad sin zares, aunque llena de políticos sin escrúpulos, de delatores y matones, se torturaba por el bien del pueblo y por su bien se creaban obras de arte políticamente correctas de las que hoy queda amarga memoria. Los testimonios que hoy más prevalecen son los de aquellas personas que fueron torturadas o asesinadas por aquella bestia inhumana que amaestró y azuzó Stalin.

El historiador Karl Schlögel