Decidirse
o no decidirse es el problema
Kierkegaard
El filósofo danés Søren Kierkegaard
(1813-1855) fue un hombre extraño y heterodoxo, tanto como sus múltiples y
singulares escritos. Agudo pensador de las contradicciones y paradojas de la
existencia, publicó párrafos tan alucinantes como éste de Diapsálmata: “Si te casas, te arrepentirás; si no te casas, también
te arrepentirás. Te cases o no te cases, lo mismo te arrepentirás. Tanto si te
casas como si no te casas, te arrepentirás igualmente…” Y prosigue: “Si te ahorcas, te pesará;
si no te ahorcas, también te pesará. Te ahorques o no te ahorques, lo mismo te
pesará”.
Hombre célibe, reflexionó sobre
asuntos tan cruciales como la ética y la estética del matrimonio después de
romper con su única novia —y el gran amor de su vida— para dedicarse de lleno
al pensamiento y la escritura. Estudiante de filosofía y teología, de joven
cayó en las redes del hegelianismo, aunque luego se convirtió en uno de sus
críticos más severos. Sostuvo que los grandes sistemas filosóficos nada aportan
al individuo concreto, al “existente individual” que somos cada uno de
nosotros; y que la filosofía deberá ocuparse del ser humano de carne y hueso y
de sus temores en lugar de elucubrar sobre el inasible más allá. Alegó que el
inicio del filosofar no se inspiró en la “admiración” que provocaba el mundo,
tal y como afirmaran Platón y Aristóteles; ni tampoco, en la “duda” de
Descartes; el punto de partida de la filosofía fue, en cambio, la “desesperación”:
ya que desesperante y exasperante es la existencia. El hombre, inmerso en un
mar de preguntas y sometido a una constante toma de decisiones en su vivir
cotidiano, se angustia y desespera; tales son sus profundas raíces. Para
liberarse de la angustia hay que elegir; de manera que cada cual se ve obligado
a optar entre ser buen cristiano o no serlo; cumplir con el deber de probo
ciudadano o aislarse; actuar como un Don Juan seductor o asumir el responsable
papel de fiel cabeza de familia.
El padre de Kierkegaard, un
comerciante severo, adusto y beato, no se llevó bien con su filosófico hijo y
le lanzó una maldición que lo condicionó de por vida. La tormentosa relación
con su progenitor provocó en el vástago conflictos íntimos que, agudizados por
una desmesurada afición a pensar nacida de su cerebralidad y de su nórdica
melancolía, lo condujeron a llevar una vida de polemista, literaria y erudita.
Irónico y descreído, torturado por las dudas suscitadas por lo uno o lo otro,
él mismo necesitado de voluntad para decidir y obrar, Kierkegaard gustó de
enmascararse tras diversas personalidades ficticias y usar pseudónimos, a fin
de expresar con libertad la profusión de ideas —siempre opuestas— que lo
asaltaban; “Víctor eremita” o “Johannes Climacus” fueron los más conocidos y
con ellos firmó algunos de los escritos que reúne el magnífico tomo que
reseñamos.
Con un bien trabado estudio
introductorio que lo inicia, el volumen contiene textos menos conocidos que el
emblemático Temor y temblor que
cierra el libro, crucial para entender la parte más seria del pensamiento de
Kierkegaard. Dichos textos son de otro tenor y sorprenden por su amenidad y
apasionada ironía. En los Diapsálmata
hallamos parábolas y pequeñas joyas literarias dignas de Kafka —quien leyó a
Kierkegaard con devoción—. Los ensayos sobre Mozart y su Don Giovanni dan paso a las suculentas reflexiones sobre el matrimonio,
sin parangón en la historia de la filosofía.
Siempre a vueltas con lo erótico y
lo estético, lo fugaz y lo vano, en oposición al deber ser; con lo estable y la
probidad, las inquietudes de Kierkegaard apuntaron a definir cómo vivir de la
mejor manera posible. Y vivir bien para él consistía en actuar encarando las
“decisiones” que debemos tomar si deseamos superar las pruebas a las que nos
somete la existencia. “La decisión entraña la necesidad de la perseverancia que
resuena a través de lo fugaz y evanescente”, escribió. Obsesionado con la finitud y la libertad, base de toda decisión consciente y adulta, Kierkegaard
sembró la semilla del existencialismo moderno (Jaspers, Heidegger, Sartre).
Leerlo hoy es estimulante, y más en este elegante volumen.
Kierkegaard, varias obras |
1 comentario:
Holà,
Soy francesa y directora de la publicación de una revista que se llama L'Autre Côté (http://www.revuelautrecote.com/numéro-1/).
Estoy muy interesada par su libro sobre Martin Heidegger : estoy preparando el numero 3 de la revista que será sobre Heidegger (una critica de su influencia en Francia, sobre todo) y quisiera hablar de su libro. Ademas, estoy leendo el bueno pamphlet de Sebreli, El Olvido de la razon, que cita su libro y estoy muy curiosa de leerlo.
Puede enviarme su correo electronico ?
El mio es el siguiente : revuelautrecote@gmail.com
Muchas gracias.
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