martes, 27 de marzo de 2018

Novedades, libros y más libros (I)

Varias novedades literarias en el campo del ensayo acaparan la atención de los administradores de "Ciudad de Azófar" estos días.

Gran Hotel Abismo
La editorial Turner publica Gran hotel abismo, del periodista Stuart Jeffries (traducción de José Adrian Vitier). Una especie de biografía colectiva además de una interpretación de los pensadores que formaron parte de la denominada "Escuela de Fráncfort": Walter Benjamin (aunque no formó parte oficialmente de la mencionada "Escuela" inspiró a la mayoría de los pensadores de los que trata Jeffries); Adorno, Marcuse, Horkheimer…, así como otros pensadores que contribuyeron a definir el panorama intelectual e ideológico europeo y norteamericano después de la II Guerra Mundial. – Lo que empezó como una crítica al fascismo por parte de algunos de estos pensadores terminó más adelante en una crítica extendida a todo comportamiento de corte autoritario en la sociedad de masas, principalmente en los movimientos revolucionarios de ideología comunista. Ideólogos en principio de izquierdas, los francfortianos llegaron incluso a ser molestos para la izquierda ortodoxa. Muchas de las ideas de estos pensadores tienen vigencia todavía en nuestros días, cuando más falta hace la crítica en su sentido más amplio; sobre todo, hay que aplicarla en la lucha contra las ideologías que encorsetan, lastran y limitan el pensamiento individual, autónomo y libre.

El tiempo regalado
 Libros del Asteroide publica un curioso ensayo de la periodista y escritora alemana Andrea Köhler: El tiempo regalado (traducción de Cristina García Ohlrich). La vida es una constante espera, desde los más pequeños acontecimientos hasta los más grandes casi todos se hacen esperar; la espera de una llamada telefónica o en la antesala del médico; la espera de las estaciones, del amor, de la salud, y la espera de la felicidad; esperamos constantemente y al final, lo que nos espera a nosotros es es la muerte… En este ensayo se trata de esto, de la espera y el esperar, de la desesperación que nos causa la espera y asimismo de ciertos placeres que acompañan a algunas esperas. La autora proporciona suculentas reflexiones que no van a desesperarnos porque están escritas con comprensible claridad.


La situación humana
Ensayos amenos y muy lúcidos, aunque de otro tenor al comentado sobre el tiempo de la espera, son los de Aldous Huxley (autor de la celebrada y visionaria novela Un mundo feliz) en este extraordinario libro titulado La situación humana (Página indómita). El volumen recoge una serie de conferencias que Huxley pronunció en la Universidad de California en 1959. En total se incluyen dieciséis textos muy reveladores de la situación del mundo en la época y del pensamiento de Huxley, tan avanzado para entonces, y muy próximo a la contracultura progresista que dominaría la década posterior de los años setenta del siglo XX. Pensador inquieto, curioso empedernido (e impertinente para muchos), Huxley supo ver los peligros a los que se enfrentaba la sociedad avanzada de su tiempo, tales como el deterioro del planeta o el inusitado avance de la tecnología, siempre amenazando con la alienación y el allanamiento de lo humano. Es gratificante leer hoy esos ensayos, con las magníficas reflexiones de un pensador preocupado por la condición humana, por la vida de los individuos —en peligro por el excesivo colectivismo tanto como por la salud mental de los Estados, cercados a menudo por el totalitarismo antidemocrático, tanto de derechas como de izquierdas.

Diario íntimo, Emerson
La editorial Biblok rescata una traducción antigua [del traductor Luis de Terán (1864-1935)], aunque revisada, de un texto fundamental, el Diario íntimo del gran filósofo norteamericano Ralph Waldo Emerson (1803-1882). Es una selección del monumental diario, pero muy cumplida, y que ofrece una excelente panorámica de las ideas humanistas de quien fuera el gran impulsor del pensamiento moderno y liberal norteamericano. Una edición anterior de esta misma traducción apareció bajo el sello editorial «Desván de Hanta»; la de ahora, en Biblok, es la versión revisada —y expurgada de erratas— de la anterior. Emerson fue uno de los pensadores fundamentales del siglo XIX, sobre todo en el ámbito angloamericano. Pero también tuvo mucha aceptación en Europa sobre todo a finales de dicho siglo. Sus célebres Ensayos fueron leídos por fruición por Nietzsche, por ejemplo. La filosofía de Emerson se basa en la saludable razón y en el sentido común, en el apego y el gusto por la naturaleza y en gran parte de la sabiduría de la vida que enseñaron los grandes pensadores de la Antigüedad. En estas páginas están condensadas ideas y vivencias así como observaciones misceláneas tomadas a vuela pluma que no dejarán indiferentes a lectores de mente abierta. Decía, por ejemplo: «Persistid, persistid en buscar la verdad, en decir que no sabéis lo que no sepáis en efecto, y que no tenéis interés por lo que, efectivamente no os interesa»; el propio Emerson se mantuvo fiel a este principio, y este diario lo refleja. Y otra perla para terminar: «En cada instante, en cada acción y pasión, sé un hombre, un Olimpo poblado de dioses».

Hermida Editores publica estos días un texto inédito en castellano de León Toslstói: La ley de la violencia y la ley del amor (traducción de Alejandro Ariel González). Tolstói, otro pensador clave —además de un escritor incomparable— del siglo XIX.
Escrito en la última etapa de su vida, este texto, una especie de «breviario de principios», muy condensado y de grata lectura, transmite las ideas esenciales de Tolstói sobre el amor, la violencia o la resistencia pasiva frente a los abusos de poder; así como sus ideales pseudo anarquistas y pacifistas a la vez que sus consideraciones acerca de lo que ha de ser una verdadera religión; en ellas se ve bien lo que él entendía como el núcleo más humano y primigenio del cristianismo. «La verdadera religión consiste en establecer con el infinito que nos rodea una relación tal que vincule nuestra vida con ese infinito y guíe nuestros actos», escribió.
Sabiéndose deudor de los más grandes pensadores de la Antigüedad, así como del budismo, Tolstói reafirma en esta pequeña gran obra la sabiduría más íntima del corazón humano: esa que todo hombre de bien lleva en su corazón. Hacer el bien por simpatía hacia los demás seres, hallarse en sintonía con ellos considerándolos iguales a uno mismo en el placer y en el dolor. No hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros mismos; no infligir dolor a ningún ser vivo; no tolerar la injusticia, pero tampoco la violencia; dar la propia vida por las causas justas si es necesario, convertirse en héroe de la bondad y de la libertad, en responsable del universo que te ha tocado en suerte. La ética de Tolstói bien puede servir hoy de guía eficaz, de ideario moral en una sociedad desorientada, que parece haber olvidado los lemas y mandamientos éticos más esenciales. «No serán las revoluciones, no serán las astutas y sabias estructuras socialistas o comunistas de los sindicatos, los arbitrajes, etcétera las que salvarán a la humanidad, sino sólo la conciencia espiritual cuando ésta se haga social», Tolstói, santo laico reformista a su manera.

El instrumento musical

La editorial Acantilado publica un libro excepcional para filósofos amigos de la música y artistas musicales, así como para personas a las que simplemente les interesa el universo de la música y la reflexión sobre los mundos sonoros: El instrumento musical, de Bernard Sève (traducción de Javier Palacio Tauste). Este libro reflexiona desde una perspectiva filosófica —es decir, desde lo más alto y general, desde un punto de vista universal— sobre la importancia musical, cultural y humana de los instrumentos musicales. A la vez, lo hace también sobre la razón de ser y la ontología de los instrumentos y acerca de sus modos de existencia y su identidad. El autor sostiene que la importancia que ocupan en el campo de la música debe ser también rescatada y restituida en la filosofía de la música. Los instrumentos son vehículos de la música, y asimismo la condicionan a ésta y condicionan también a los artistas: los enamoran o los condenan a crear música de una manera determinada pensando en las posibilidades concretas de cada instrumento del que se sirven o para el que piensan la música; y a menudo es el propio instrumento el que llama a una música determinada o a una innovadora. La abundancia y diversidad de los instrumentos musicales constituirá el punto de partida de este ensayo, y de ello se sigue el resto; en tanto que expresión del imaginario sonoro de las sociedades, los instrumentos musicales conducen a reflexionar sobre una atracción por la música que implica una relación concreta con el mundo y con el tiempo. Música, mundo, tiempo, espacio, creación, vida y muerte están en correlaciones íntimas; el autor de este libro explica su cómo y su porqué.

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viernes, 9 de marzo de 2018

Hannah Arendt / Gershom Scholem: Correspondencia

La reseña de la correspondencia entre Hannah Arendt y Gershom Scholen que publicamos a continuación apareció impresa el sábado día 17 de febrero de 2018 en el suplemento cultural "Babelia", del diario "El País" con otro título: he aquí el enlace a la versión digital de dicha reseña.

Acuerdos y desencuentros de una amistad

Edición e introducción de Marie Luise Knott
(en colaboración con David Heredia)
Traducción de Linda Maeding y Lorena Silos
Trotta, Madrid, 2018, 328 páginas, 28 euros.

En estos tiempos actuales, ahítos de pasiones políticas desbordadas, constituyen una cura eficaz contra la inercia del pensamiento los escritos de Hannah Arendt (1906-1975), pensadora judeoalemana, exiliada a causa del nazismo y ciudadana norteamericana. Sus obras están presentes en castellano, bien traducidas y con abundantes reediciones. La editorial Página Indómita, por ejemplo, publicó recientemente algunos de sus artículos; en 2017 vieron la luz la sintética biografía intelectual de Arendt firmada por José Lasaga (Eila), y otra visión general de sus ideas, de Agustín Serrano de Haro (RBA). Ahora, Trotta publica las cartas cruzadas entre Arendt y el célebre estudioso de la cábala y la mística judía Gershom Scholem (1897-1982). Ambos corresponsales se profesaban mutuo afecto y admiración, lo cual no impidió que tuvieran sus desencuentros intelectuales, al tener visiones diferentes en asuntos tan cruciales como el sionismo o la interpretación del antisemitismo.
            La edición original de esta correspondencia es reciente. En 2010 apareció completa por primera vez en alemán en la magnífica edición de Marie Luise Knott; en ésta se basa la excelente traducción castellana.
Arendt/Scholem, correspondencia
Una parte mínima de estas cartas se conoce en español: las misivas en las que Scholem polemizó con Arendt a raíz del escándalo mundial causado por la publicación en 1963 en Estados Unidos de su libro Eichmann en Jerusalén. Un informe sobre la banalidad del mal (Lumen). El resto, en las que se trata mucho de Walter Benjamin y de los desvelos por publicar sus escritos, así como otras tantas cartas en las que los corresponsales abordan asuntos vinculados con su mutua cooperación con la Jewish Cultural Reconstruction —asociación para la restitución de los bienes culturales judíos requisados por los nazis—, son inéditas y revelan aspectos del trabajo de Arendt en Estados Unidos y Europa sobre los que se sabía poco.
            Scholem, cuyo verdadero nombre de pila era Gerhard, judío de familia asquenazí, nació en Berlín; con veintiséis años emigró a Palestina. Sionista convencido, se consagró a sus estudios sobre judaísmo y cábala. Impartió clases en la Universidad Hebrea de Jerusalén y participó activamente en la fundación del nuevo Estado de Israel (1948). Su autoridad intelectual creció en el mundo entero, viajó con frecuencia a Europa y fue presidente de la Academia de Ciencias y Humanidades israelí. En castellano contamos con sus obras más importantes: Las grandes tendencias de la mística judía (Siruela) y Los orígenes de la cábala (Paidós), así como con la Correspondencia con Walter Benjamin (Trotta).
            Scholem trabó amistad con Arendt en 1939, cuando ella estaba exiliada en París, pasando penalidades, junto a su segundo marido,  Heinrich Blücher, y miles de exiliados alemanes. Entre ellos se hallaba Benjamin, hundido en la miseria material y psicológica, amigo del matrimonio. Arendt lo llamaba con cariño «Benji» e intentó buscarle trabajo y animarlo en su soledad desesperanzada. Benjamin, íntimo de Scholem, fue el primero en hablarle de aquella mujer «fascinante».

domingo, 11 de febrero de 2018

Peter Kingsley: Filosofía antigua, misterios y magia



La editorial Atalanta reedita estos días el estupendo libro de Peter Kingsley Filosofía antigua, misterios y magia. Recuperamos en "Ciudad de Azófar" la reseña de este volumen que en su día publicó el suplemento cultural "Babelia", del diario "El País":


(Empédocles y la tradición pitagórica)

Traducción de Alejandro Coroleu
Atalanta, 2008, 564 páginas, 39,80 euros
(Nueva edición de 2018, 564 páginas, 39,80 euros).

El filósofo “presocrático” Empédocles de Agrigento (s.V a. C.) fue médico, político, orador y hasta mago. Recomendaba creer en la claridad que aportaban los sentidos pero sin renunciar a las experiencias de un mundo en donde lo simbólico y lo mítico eran parte activa de lo real. Creía en la inmortalidad de los sabios junto con la pervivencia eterna del alma de los seres vivos. Corría la leyenda de que, en edad madura, ascendió directamente a los cielos; aunque se ha transmitido otra según la cual él mismo se arrojó al cráter del Etna, en Sicilia, para demostrar su condición divina. El volcán devolvió una sandalia de bronce, sólida prueba de que el filósofo habría accedido a un estadio superior al de la vida humana.

Portada de la nueva edición de 2018
Empédocles también fue poeta, con más de 2.000 versos de tema metafísico y cosmología, de los que se conservan algunos fragmentos entre enigmáticos y esclarecedores. Sostuvo que el conjunto de la Naturaleza tiene cuatro raíces esenciales representadas por los cuatro elementos primordiales: fuego, aire, tierra y agua; éstos se unen y se separan animados por las fuerzas motrices del Amor y la Discordia, y forman la totalidad. Cuatro dioses, Zeus, Hera, Edoneo y Nestis, nombran de otra forma a dichos elementos. Los intérpretes antiguos discrepaban  sobre la correspondencia exacta entre unos y otros. Algunos consideraron que Edoneo era también el Hades, el mundo subterráneo o el Tártaro, el reino del fuego, y que Empédocles también situaba al elemento ígneo en el corazón del universo. Nestis, una divinidad oriunda de Sicilia, sería la equivalente a Perséfone, la reina de los infiernos, al ser esposa de Hades.
         
El filólogo y filósofo inglés Peter Kingsley, conocido en España por su libro En los oscuros lugares del saber (Atalanta), parte de tales consideraciones para llegar a conclusiones sorprendentes acerca del carácter singular de la filosofía antigua, buena parte de la cual, a través de Empédocles y de los filósofos pitagóricos y el orfismo, arraigó en Platón y es evidente en algunos de sus mitos más conocidos. Kingsley realiza un riguroso trabajo de interpretación de los versos de Empédocles y proporciona una aguda visión de los primeros balbuceos filosóficos abogando por superar la manida distinción entre mito y lógos. Lo mítico nunca nace sólo de la fantasía, también se alimenta de realidades objetivas, como pueden serlo las peculiaridades físicas del majestuoso paisaje de Sicilia, con sus volcanes y sus ríos de lava.  Aunque dirigido a especialistas en filosofía antigua, este excelente estudio, fluido y ameno, también atrapará a quien sólo se acerque a él con la curiosidad del que desee conocer más de aquel mágico universo del que nacieron las ideas fundamentales que animaron la filosofía de la Antigüedad previa al gran Sócrates. Luis Fernando Moreno Claros.

viernes, 2 de febrero de 2018

Houellebecq y Schopenhauer

Se publica en España el breve ensayo del escritor francés «ultrapesimista» Michel Houellebecq En presencia de Schopenhauer.




Houellebecq-Schopenhauer
Al igual que Friedrich Nietzsche, Thomas Mann o el austríaco Thomas Bernhard, también el provocador escritor francés Michel Houellebecq (1958) quedó fascinado por su encuentro con la obra de Arthur Schopenhauer, allá por la primera mitad de los años ochenta del siglo XX. El autor de novelas tan pesimistas y nihilistas como El mapa y el territorio, Plataforma o la más reciente Sumisión, vio en el filósofo alemán un alma amiga, desasosegada por la búsqueda de la verdad y desengañada de los seres humanos. Las implacables reflexiones de Schopenhauer sobre los dolores del mundo, nacidos del deseo insaciable que es la fuente y la esencia de todas las cosas pero también la causa del dolor, o sus explicaciones de las bondades del arte como narcótico contra el sufrimiento, le causaron una gran conmoción intelectual.
       Este breve ensayo —bien vertido al castellano por Joan Riambau— nació del intento de Houellebecq de traducir a Schopenhauer al francés. Seleccionó algunos pasajes favoritos de sus obras y los glosó con suculentos comentarios, someros, pero profundos. Houellebecq da en el clavo con sus claras interpretaciones, que sirven tanto para los duchos en este filósofo como para los neófitos, quienes seguro que después de leer estas páginas correrán a buscar Elmundo como voluntad y representación, la obra señera de Schopenhauer, o Parerga y paralipómena —que contiene los célebres “Aforismos sobre el arte de saber vivir”—, más asequible.