domingo, 8 de octubre de 2023

C. S. Lewis: Dios en el banquillo, reseña de Ingrid Arregui Álvarez

 RESEÑA DE INGRID ARREGUI ÁLVAREZ PARA CIUDAD DE AZÓFAR

 

 



C.S. Lewis, “Dios en el banquillo” (God in the dock, 1971), Madrid, Rialp, 2021 (séptima edición).


Dios en el banquillo

                                                Creer y no creer


De cuando en cuando conviene volver a abrir libros antiguos y encontrarse con autores que ya no están palpitando en los escaparates de las librerías. Permanecen agazapados en algún anaquel poco accesible incluso para manos curiosas.

         El autor irlandés Clive Staples Lewis (1898-1963), insigne profesor de Cambridge, erudito, también fantasioso en su faceta como novelista de ficción para niños con su cinematográfica y atemporal Crónicas de Narnia,  se convirtió al cristianismo anglicano alrededor de la treintena, después de una juventud entre atea y agnóstica. En este episodio tuvo mucha influencia la amistad con Tolkien, con quien formaba parte del grupo literario de los Inklings en la Universidad de Oxford.

         Lewis inició una serie de escritos de carácter apologético  del cristianismo, y entre ellos encuadramos Dios en el banquillo, donde se recogen diversos artículos publicados con anterioridad. En ellos trata sobre los milagros, la relación entre ciencia y religión, la realidad del mito cristiano, la moralidad trascendida por la espiritualidad, etc. Asuntos que pueden parecer desfasados para muchos, incluso una pérdida de tiempo en nuestra época tecnológica y abierta en abanico a un mundo de posibilidades antes nunca imaginadas. Y, sin embargo… unos momentos de sosiego, una mirada lúcida y paciente nos llevará como por encanto a poner entre paréntesis el tráfago ensordecedor de lo que nos rodea, a olvidar la gran dosis de estupidez reinante, y a entrar en las palabras estimulantes de Lewis, bien temperadas por la lógica de la razón y las referencias de la alta cultura.  Hay en el libro sutiles argumentaciones propias de un mundo académico idílico hoy casi desaparecido, armadas con un estilo riguroso y claro que se deja leer con la misma curiosidad con que escucharíamos una de sus clases, intrigados por las conclusiones y agradecidos por su incansable afán explicativo.

Repasemos algunas de sus perlas discursivas. Los milagros, considerados recordatorios o profecías, reflejan la acción local divina, mientras que las leyes de la naturaleza serían la acción universal de Dios. Los nuevos avances del conocimiento no alteran el núcleo permanente del fondo cristiano, puesto que todo cambio no sería auténtico progreso, si no hay una base fundante inalterada. Lewis saca a relucir su implicación personal en la experiencia religiosa, inevitable, y que puede producir en sus inicios bienaventuranza u horror. Ahí esta el camino propio de cada cual, a caballo entre el intelecto abstracto y la experiencia de la realidad concreta.  El mito en cuanto historia puede ser la solución parcial de ese trágico dilema. En palabras de Lewis, “Si Dios elige ser mitopoiético, ¿vamos a negarnos nosotros a ser mitopatéticos?” El autor continúa con empeño afirmando la fortaleza de la creencia cristiana, más allá de una moral acomodaticia, o de una búsqueda de felicidades momentáneas a golpe de impulsos satisfechos e incolmables. Esto último nos llevaría ¿nos está llevando ya? — al fin de la civilización.

         Así que es un lujo poder asistir al pensamiento esclarecedor de personas inteligentes sobre cualquier tema, incluidas la creencia y la increencia, a todo ese mobiliario mental de otro siglo, pero de siempre, y que algunos han guardado en los sótanos o tirado a la basura. Quizá les pueda parecer ingenuo en la concreción de sus ideas, pero Lewis creía en la cultura, la racionalidad, la inteligencia, además de atreverse a declarar la realidad del mito cristiano. Y como él mismo proclama: “Todo lo que no es eterno, está eternamente pasado de moda”.

                          

INGRID ARREGUI ÁLVAREZ

 

jueves, 10 de agosto de 2023

Nueva biografía de Stefan Zweig escrita por Luis Fernando Moreno Claros


A mediados de septiembre llega a las librerías una nueva biografía de Stefan Zweig escrita por Luis Fernando Moreno Claros y editada por la barcelonesa editorial ARPA.


Artículo de Elena Matilla  para «Ciudad de Azófar»


Stefan Zweig-Moreno Claros


Ante este anuncio voy a ser cáustica y formularme algunas preguntas incómodas: ¿para qué una biografía de Zweig si lo mejor son sus obras? Esta es la primera pregunta que se harán muchos lectores. Y otra más: ¿Acaso no basta con saber que Zweig fue un autor superventas de la era de nuestros abuelos y que se suicidó en 1942? A mucha gente sólo le interesa saber eso de su vida. 

El suicidio no lo hace más interesante que a otros autores y autoras que terminaron su vida voluntariamente (la escritora contemporánea de Zweig Virginia Woolf, por ejemplo, también se suicidó). Tampoco lo hace más interesante que sepamos los pormenores de su vida cotidiana, ni qué amigos tenía, ni si se llevaba bien o mal con las mujeres con las que se casó. Lo interesante, como decía (y dicen miles de lectores y lectoras), son sus obras. 

Stefan Zweig fue autor de relatos, semblanzas biográficas, tres grandes biografías y numerosos artículos de prensa, así como de obras de teatro. Nació en 1881, la fama le sobrevino cuando iniciaba la cuarentena; así que no siempre fue un autor famoso. Antes de llegar al año 1922, cuando con el libro Amok. Relatos de pasión conquistó el corazón de incontables lectores y, sobre todo, de incontables lectoras, había escrito muchos otros libros, que no fueron tan famosos, pero que poco a poco contribuyeron a armarlo para la época de la gran celebridad.

Esto no lo sabe la mayoría de sus lectores. Por lo que ya tiene un punto de ventaja la biografía que comento.

Al período del Stefan Zweig joven, animado, desconocido y en camino de hacerse famoso dedica Moreno Claros muchas páginas. Y, como digo, es una ventaja de esta biografía. Cuantos creen que la fama de Zweig surgió de la noche a la mañana, podrán conocer el arduo trabajo preparatorio. Zweig no era ningún genio, sino un trabajador nato de la literatura, al que le costó llegar a la fama. 

    



    La afición por las letras del joven Zweig comenzó muy pronto: siendo un escolar amó los libros. Condición que parece necesaria para crear buenos escritores. Sin embargo, siempre odió la escuela («…lo único bueno que aprendí allí fue aprender a leer», dijo Zweig). Fuera de ella empezó a escribir poemas y pequeños relatos por gusto y afición; aunque cuando empezó a publicar, al final de la adolescencia, confesó que era algo que le encantaba, que nada le gustaba tanto como «el olor de la tinta impresa». 

El joven Zweig, rico de nacimiento, pudo dedicar su vida a lo que le seducía y apetecía, y desde siempre, eso fue la literatura, el mundo de las historias y, al mismo tiempo, el mundo del arte. La Viena que le vio nacer fue una ciudad rica en experiencias artísticas, él se impregnó de todas, y dichas experiencias le formaron el gusto y animaron su afición. 

Estudió Filosofía y alemán sin tener muchas ganas de ir a la Universidad, puesto que pensaba que para saber de letras no hace falta asistir a clases académicas. Pero por tener el título de "Doctor", que alegraría a sus padres, accedió a matricularse en la magna institución. Obtuvo el título de "Doctor en Filosofía", pero en cuanto lo ganó se olvido de él. Nunca pensó en dedicarse a enseñar. Su carrera vital estuvo bien elegida desde el principio: Zweig se dedicaría a escribir, el mundo de los libros era su mundo, a lo único que aspiraba era a abrirse camino en él… 

No voy a contar aquí la trayectoria vital de Zweig, para eso está la biografía de Luis Fernando Moreno Claros, sólo diré que la lectura de esta me ha servido mucho para enriquecer mis lecturas de los libros de Zweig; saber de su vida y de sus desvelos como escritor me condiciona para leer sus obras de otra manera. 

He vislumbrado cómo fue el hombre que estaba detrás de todas sus producciones, he comprendido el problema que llegó a suponer para él hacerse tan famoso. Porque Zweig, en realidad, era un hombre débil de carácter, lo abrumaba tanta fama, lo cansaba tanto trabajo de cara a la galería; una vez que se hizo famoso, en su fuero interno hubiera preferido seguir viviendo como antes de serlo. 

Moreno Claros presenta un Zweig muy alejado del cliché de autor exitoso, pedantesco y pagado de sí mismo. Nada más lejos de la realidad del hombre Zweig; este era muy poco vanidoso; escribía porque le gustaba y le satisfacía el mundo de los libros, porque añoraba el arte y la creación y la literatura era el medio idóneo que él conocía y del que se servía para dar rienda suelta a sus ansias de creación intelectual. Zweig tuvo mucho éxito con sus obras, en principio, porque fue original en la manera de hacer las cosas que por que entonces también hacían otros escritores de su generación o algo mayores: véanse las obras de Thomas Mann, Arthur Schnitzler o Joseph Roth…  Zweig supo ser original tratando los temas de la época: los conflictos entre hombre y mujer, las pulsaciones de muerte y de amor de la sociedad en la que vivió, o los análisis de la personalidad de los grandes creadores, otro tema que interesaba mucho en una época en la que se leían con sumo gusto biografías. 

Zweig consagró su vida a la creación, pero sorprende que ni en sus escritos biográficos ni en sus cartas (dejó una ingente correspondencia epistolar) dedique comentarios a sus libros. ¿Por qué surgió tal y tal historia? ¿Qué la inspiró? ¿Hay una clave para interpretarla? El lector que busque conocer qué pensaba Zweig concretamente de sus libros, qué le movió a escribirlos, se lleva un chasco si lee su famosa autobiografía El mundo de ayer, porque allí apenas dedica comentarios a sus creaciones. Da la sensación de que las creaba sin haber pensado entes en ellas. En todo caso, nunca dejó reflexiones que dieran pistas al lector sobre por qué las escribió. La biografía que comento contextualiza las obras principales de Zweig y aporta claves para sus interpretaciones, claves que son de Moreno Claros, no de Zweig, pero ya digo, es que el vienés no dejó apenas nada sobre ellas. 

Un libro así, sobre Zweig, hacía falta en el ámbito literario español, donde se leen las obras del austriaco siempre en traducciones exentas de comentarios. Sólo últimamente, la editorial madrileña Hermida Editores está publicando los relatos de Stefan Zweig con comentarios y notas al pie, en las atinadas versiones igualmente de Moreno Claros. 

Zweig es ya un indiscutible clásico moderno. Sus obras se leen en todo el mundo otra vez, rescatadas desde hace unas décadas del limbo del olvido, por eso una buena biografía de su vida diluye los tópicos sobre su persona y los pone en el contexto del que parten, clarificándolos. Por ejemplo, Zweig no fue un luchador político, tal y como suele decirse en artículos o reseñas de sus libros. Sin embargo, cuando parte de Europa se rindió al nazismo, él escribió sus mejores obras como crítica y rebelión. Tampoco aceptó nunca el bolchevismo ni el fascismo en Italia. Vio con claridad qué significaban esos regímenes autoritarios: sobre todo, suponían una gran amenaza para la libertad de los ciudadanos. Y la libertad era para él el bien más preciado. Sin libertad no merecía la pena vivir. A Zweig se le considera un mártir del totalitarismo; en cierto modo es verdad, pero no fue menos mártir que otros tantos autores que se quitaron la vida ante la llegada de los nazis… sólo que él era más famoso que ningún otro y su gesto impactó en una Europa que veía con desánimo cómo triunfaba Hitler con su aparentemente imbatible ejército. Zweig no fue un héroe, sino un hombre que se vino abajo al ver cómo su mundo se deshacía en pedazos.

La muerte de Zweig no fue un buen ejemplo para sus contemporáneos, el escritor demostró no ser un gran optimista; más bien quedó como un pesimista amargado. Y cierto es que al cabo de su vida fue aprendiendo la decepción. Ilusionado con los libros y el mundo feliz de la gran cultura, vio cómo poco a poco ese mundo se le iba escapando de las manos. Con la llegada del antisemitismo a Alemania y Austria, fue testigo de cómo su mundo se deshacía. Tuvo que exiliarse y abandonar lo que más quería: sus libros y su patria, que era Europa entera. Con la persecución nazi a los judíos, no pudo volver a Berlín ni a París, ni a Viena… Le quedaban Nueva York, Río de Janeiro o la aislada y exótica Petrópolis… Pero ¿dónde estaban allí sus amados cafés literarios de Europa? ¿Dónde quedaban a esa distancia sus amigos, franceses, alemanes, austriacos e italianos?

Para colmo, Zweig se separó de su primera esposa, Friderike, y se casó con la débil Lotte Altmann, casi por obligación; Lotte estaba enferma de asma y sufría mucho con esa enfermedad… Acompañó a Zweig en su pesimismo y terminó acompañándolo a la muerte. 

Todo esto lo cuenta Luis Fernando Moreno Claros en esta densa, esclarecedora y en suma excelente biografía (ARPA la pone a la venta el día 13 de septiembre de 2023). En octubre, la editorial Hermida publicará un nuevo volumen de relatos de Stefan Zweig, en traducción de Moreno Claros, acompañada también de un atinado epílogo: 

Primera experiencia. Cuatro historias del país de los niños:

Primera experiencia

Este volumen apareció en 1911, en la editorial Insel de Leipzig, reunía cuatro relatos de Stefan Zweig:

«La institutriz», «Historia en el crepúsculo», «Ardiente secreto» y «Novelita de verano». 

 

domingo, 21 de mayo de 2023

Algunas recomendaciones para la Feria del Libro de Madrid 2023


Feria del libro de Madrid, 2023

Se acerca la Feria del Libro de Madrid, el acontecimiento del año más esperado por cuantos aman los libros. En "Ciudad de Azófar" tenemos algunas recomendaciones entre las novedades de este año.

La editorial ARPA, de Barcelona está publicando una serie de biografías que está teniendo muy buena acogida. Por ahora han publicado tres títulos: Thomas Hobbes, de José Rafael Hernández Arias, Goethe, de Helena Cortés Gabaudan y Voltaire, de Martí Domínguez

 https://www.amazon.es/Voltaire-filósofo-enseñó-libertad-HISTORIA/dp/8418741945/ref=sr_1_1?__mk_es_ES=ÅMÅŽÕÑ&crid=1GW51KRQXDP7Q&keywords=voltaire+arpa&qid=1684178125&sprefix=voltaire+arpa%2Caps%2C211&sr=8-1
Son biografías muy claras y asequibles, además de muy originales. Cada una de ellas tiene un estilo diferente de enorme calidad literaria. 

Además de estos libros, recomendamos los relatos de Stefan Zweig de las editoriales Hermida Editores, ARPA y Páginas de Espuma




Las "Leyendas" de Zweig contienen cinco historias espirituales, entre ellas "Raquel discute con Dios", un relato desconocido en castellano hasta el presente. También, "El candelabro enterrado", tal vez el relato más hermoso que escribió Zweig, así como "Los ojos del hermano eterno", y dos historias más.
Amok. Novelas de pasión contiene cinco relatos en nueva traducción de Luis Fernando Moreno Claros; entre ellos, los emblemáticos "Carta de una desconocida", "Amok" y "Noche fantástica". Los relatos están anotados y el volumen contiene un epílogo muy útil que servirá para orientar al lector en la mejor comprensión de los relatos. Lo mismo hay que decir de la excelente nueva edición del relato más emblemático de todos los de Zweig: Novela de ajedrez. Hermida lo publica en nueva traducción, con notas y un estupendo epílogo. El tomo de Páginas de Espuma reúnele por primera vez en español todos los relatos de Zweig, los mencionados y muchos más. La traducción es de Alberto Gordo, nueva igualmente. Lo que no tienen estos relatos son notas al pie ni tampoco un prólogo o un epílogo, aunque sí la referencia de cuándo fueron publicados.  

La editorial madrileña Ediciones del 98 publica estos días una novedad absoluta:  
Las cartas que Stefan Zweig y Lotte Zweig (su segunda esposa) escribieron desde el exilio en Norteamérica y Brasil a sus familiares en Europa: Cartas americanas (1940-1942).

Cartas americanas (1940-1942).

Por primera vez en castellano podemos leer las últimas cartas de la vida de los Zweig; gracias a ellas descubrimos las vivencias últimas del escritor en su exilio norteamericano y brasileño, y asimismo las de Lotte Zweig, quien lo acompañó a la muerte por suicidio. Ella cobra voz en esta tragedia y sus cartas revelan que no fue una simple mujer sumisa que se dejó convencer por su marido para matarse. 

sábado, 13 de mayo de 2023

Amok. Novelas de pasión, de Stefan Zweig

Nueva entrega de los relatos de Stefan Zweig publicados por Hermida Editores  (Madrid) 

La editorial madrileña está llevando a cabo un proyecto literario de envergadura: la publicación de todos los relatos de Stefan Zweig agrupados en volúmenes independientes, tal y como aparecieron agrupados bajo el sello de la editorial Insel de Leipzig la primera vez que se publicaron en formato libro. 

Zweig publicó muchos de sus relatos en revistas literarias y en periódicos, luego los reunió en volúmenes independientes, cada uno de ellos rubricado con un título que supuestamente definía la esencia de dichos relatos. Así es como los está publicando Hermida; ello les da más coherencia y sentido a la hora de leerlos y de interpretarlos.

El volumen Amok. Novelas de pasión  (Amok. Novellen einer Leidenschaft ) vio la luz en octubre de 1922, ya tiene algo más de cien años. 

Contiene cuatro novelas breves (o cuatro relatos más o menos largos) precedidas de un poema que nunca más volvió a publicarse en parte alguna. Los relatos son: «El loco homicida», «La mujer y el paisaje», «Noche fantástica», «Carta de una desconocida» y «La calleja del claro de luna». El primero de los relatos se llamó mas adelante «Amok» a secas. 

«El loco homicida» o «Amok» es uno de los relatos más emblemáticos de Zweig, y uno de los más trágicos. Está ambientado en el mundo de las colonias tropicales; allí, en esos paraísos a los que viajan los blancos con ínfulas de pasarlo bien, reina la locura , que afecta especialmente a los occidentales, además de llevarlos generalmente a la muerte. Junto a este relato aparece otro de los más famosos del autor austriaco: «Carta de una desconocida»: la historia de una mujer apasionadamente enamorada desde los 13 años de un hombre que jamás sabe de ese amor y que, pese a que intima con ella en varias ocasiones, nunca llegara a conocer su identidad. 


Amok. Novelas de pasión


«Noche fantástica» es un extenso relato de corte autobiográfico: un señorito de buena familia austriaca, ocioso y agraciado, tiene una experiencia una noche en el Prater de Viena que le cambiara la vida. En el trágico relato «La calleja del caro de luna» narra una tragedia matrimonial a cuenta del «vil metal», que pone de manifiesto la incomprensión entre un marido y su mujer. Pasión convertida en pequeña tragedia shakespereana, atenta hoy contra lo políticamente correcto. 

En estas narraciones Zweig cargaba las tintas sobre el vicio de dejarse llevar por pasiones extremas, imposibles de acotar con la claridad de la razón. Las sombras de Schnitzler y Freud planeaban sobre el conjunto y el pesimismo de Schopenhauer y Dostoiewski.

Los relatos, traducidos con excelencia por Luis Fernando Moreno Claros, se coronan con un epílogo muy elocuente (firmado por el traductor) en el que se aportan multitud de detalles que ayudan a comprender la lectura. En España nunca se ha editado a Zweig con notas al pie ni con epílogos o prólogos que expliquen el nacimiento de los textos y los sitúen en el contexto de la vida de Zweig; esto lo está haciendo muy bien Hermida Editores, que presenta unas  ediciones muy cuidadas, además de muy útiles para aficionados y estudiosos.

Elena Matilla para "Ciudad de Azófar"


De Hermida Editores, contamos igualmente con la nueva traducción de "Novela de ajedrez", asimismo de Luis Fernando Moreno Claros:



Novela de ajedrez