viernes, 28 de febrero de 2020

Mesa de novedades II, "Fin" de David Monteagudo


Continuamos con algunas novedades literarias de este invierno.

Sentí curiosidad por leer la novela "Fin", de David Monteagudo, aprovechando que la nueva editorial Rata publica estos días una nueva edición conmemorando el décimo aniversario de la publicación de esta novela.

"Fin" apareció por primera vez en la editorial Acantilado. Por lo visto, el editor de Acantilado —de acuerdo con el autor del libro— cambió el final original de la novela. En esta edición de Rata se dan los dos finales: el que apareció en la edición de Acantilado y el que Monteagudo tenía previsto y que no se publicó. Es un acierto por parte de la editorial Rata presentar a los lectores los dos finales, y que cada cual se quede con el que más le guste, aunque en esencia ambos conducen a lo mismo. Por mi parte, me gusta más el original que el publicado en Acantilado. 

A David Monteagudo se le recibió a bombo y platillo hace diez años en el circo de las letras; se le elogió como a un autor revelación. Se habló de su duro trabajo en una fábrica de cartones (ha contado parte de su experiencia de aquellos años en otro libro, también editado por RATA) y se le pintó como a un héroe de las escritura por su tesón, y por ser capaz de consagrarse en alma a la literatura pese a sus madrugones para acudir a la fábrica y la fatiga física. Su afición por la lectura desde niño ha dado sus frutos, su imaginación y su talento han hecho lo demás.

David Monteagudo: Fin
Si se supera la impresión de novela juvenil que tal vez puedan procurar las primeras páginas de "FIN", muy dialogadas, y nos dejamos llevar por la intriga que empieza enseguida, en este caso la novela nos ha ganado y terminará por arrastrarnos hasta el final.

Para mi gusto la novela no puede ser tomada en serio como "gran literatura", pero sí como literatura de entretenimiento, de género, menor.

Los personajes quedan algo definidos por los diálogos, por sus palabras y expresiones; el lector tiene que imaginarlos a través de sus palabras y sus acciones; a menudo tenemos la sensación de que sólo son clichés. Su psicología es poco complicada.

Lo que de verdad engancha es la situación, la atmósfera del relato; ella es la que causa que éste vaya ganando  en intensidad, conforme ésta se torna cada vez más ominosa y opresora. El suspense que se va generando en torno a los acontecimientos es cada vez mayor.

La trama: unos amigos —una pandilla antaño muy unida— se reúnen después de 25 años sin haberse vuelto a ver. Nieves ha llamado a todos por teléfono para invitarlos a una fiesta nostálgica que se celebrará en un refugio ubicado en un paraje solitario y agreste, allí estuvieron hace veinticinco años de acampada y contemplaron las estrellas. En aquella fecha juraron solemnemente que en 25 años volverían a reunirse allí. Así que se reúnen de nuevo para volver a contempla el cielo estrellado mientras oyen de fondo sus canciones favoritas de aquellos tiempos. Años 80 del pasado siglo, según alusiones…

Antes de que estén todos, la luz se va a media noche y, a partir de ahí, comienzan las aventuras y lo ominoso se transforma en pesadilla. Pero no es una novela sangrienta ni cruel. Simplemente, la gente desaparece de repente,  ¿a dónde van cuantos desaparecen? ¿Cuál es la causa? Tal vez un misterioso miembro de la pandilla que no ha llegado a la reunión a pesar de que había anunciado su visita?

No revelaré nada más. Sólo diré que he leído la novela casi de un tirón y que me ha mantenido intrigado y esperanzado, intrigado por ver cómo se desenvolvía el inmenso misterio al final. ¿Cómo lo haría Monteagudo? ¿De qué sería capaz? … Mejor que cada lector saque sus propias conclusiones; la que saco yo: una novela muy entretenida, que promete mucho, pero una novela con ciertas deficiencias que la anulan como obra literaria magna y queda en mera obra de género: terror, misterio… ciencia ficción. Y el final…

La novela tiene escenas espléndidas que recuerdan a los clásicos del terror: W. H. Hodgson, Stephen King,  Lovecraft… pero más allá del divertimento, del homenaje a este tipo de literatura no llega… Sin embargo, gustará a apasionados del suspense y de las novelas juveniles de misterio, también a los amantes de las catástrofes y del fin del mundo.