sábado, 31 de diciembre de 2011

Ejemplaridad pública más necesaria que nunca


Ejemplaridad pública

El libro del filósofo Javier Gomá Lanzón "Ejemplaridad pública", publicado por Taurus en 2009, es hoy de rigurosa actualidad. La falta de nobleza e inteligencia de nuestros políticos, la nula virtud pública que observamos en sus actos y manifestaciones son un mal ejemplo para los ciudadanos. El político, al representar en las instituciones del Estado a los hombre y mujeres que le han votado, debería dar ejemplo de integridad moral, puesto que ha renunciado a un yo privado en favor de un nosotros público. Y ese nosotros público debe encarnar lo mejor tanto como buscar el mayor bien para todos. ¿Y quién buscará el bien si él mismo no da ejemplo de virtud? Gomá pone el dedo en la llaga al sostener en su libro que hacen falta buenos ejemplos en nuestra sociedad para alentar el crecimiento moral —y con ello, humano— de los ciudadanos. Por lo demás, los análisis de la sociedad actual que hace el autor (democracia, igualdad y "vulgaridad" como logros indiscutibles de las sociedades abiertas y avanzadas) son de una claridad meridiana; sobre todo, orientan a los lectores para pensar la sociedad en la que vivimos sin estructuras anticuadas e ideológicas. "Letras libres" publicó mi reseña de  este libro de Javier Gomá:

Reseña de "Ejemplaridad pública"



Otros títulos de Javier Gomá:

Imitación y experiencia (Pre-Textos, tres ediciones 2003, 2004 y 2010; edición de bolsillo en Crítica, 2005). Premio Nacional de Ensayo de 2004.

Aquiles en el gineceo, o aprender a ser moral 
                                 
(Pre-Textos) Valencia, dos ediciones 2007 y 2008.


Imitación y experiencia


Ingenuidad aprendida
 (Galaxia-Guttenberg), Barcelona, 2011.


Mi reseña de este libro en "Babelia":

Filosofía mundana y transparente


2 comentarios:

Fernando dijo...

Me temo que cada vez más, la ejemplaridad pública brilla por su ausencia. Nos engañan, y encima se burlan.

Luis Fernando Moreno Claros dijo...

¡Hola, Fernando!

He leído tus entradas en tu blog "Alejandría". Me parecen muy atinadas tus reflexiones.